Una habilidad para incluir
Existen actividades que me encantan y las realizó inmediatamente, como cuando mis primitos me piden apoyo en alguna manualidad u otra actividad que se tenga que realizar con las manos; es una habilidad que trato de perfeccionar cada vez. Sin embargo, no es lo mismo cuando me piden apoyo en ejercicios de matemáticas, físicos o químicos ya que es un área que no me agrada mucho.
Generalmente realizamos rápidamente aquellas actividades que hemos perfeccionado y nos agradan ¿Qué destrezas has desarrollado? Estoy segura que tienes varios talentos y habilidades que has estado mejorando, pero ahora es importante que conozcas una habilidad en la que Dios desea tu perfección.
Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse. Santiago 1:19 (NTV)
En la palabra de Dios, el Señor manifiesta que desea que seamos “rápidos para escuchar”, es decir, que perfeccionemos esta área, e incluso que nos agrade. La mayoría de las personas están acostumbradas a hablar o enojarse inmediatamente en un conflicto, pero Él nos pide que tengamos la habilidad de escuchar.
Perfeccionar una habilidad implica sacrificio; por ejemplo, los músicos, pintores y deportistas, deben pasar mucho tiempo de entrenamiento antes de manifestar sus destrezas. Lo mismo sucede con la habilidad de “escuchar”, es preciso realizar sacrificios para perfeccionar esta área, como: ceder, hacer a un lado el orgullo, no permitir que nuestras ideas estén por encima de nuestras relaciones y dar mayor valor a las palabras del otro que a las de uno mismo.
Precipitarse a responder antes de escuchar los hechos es a la vez necio y vergonzoso. Proverbios 18:13 (NTV
Este tiempo te animo a perfeccionar esta habilidad como una más en la lista de virtudes que presentas. No te apresures a responder sin escuchar porque eso solamente te hace necio y trae vergüenza, recuerda que si obedeces la palabra de Dios serás bendecido y no hay nada mejor que agradar a Dios con tu propia vida.
Generalmente realizamos rápidamente aquellas actividades que hemos perfeccionado y nos agradan ¿Qué destrezas has desarrollado? Estoy segura que tienes varios talentos y habilidades que has estado mejorando, pero ahora es importante que conozcas una habilidad en la que Dios desea tu perfección.
Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse. Santiago 1:19 (NTV)
En la palabra de Dios, el Señor manifiesta que desea que seamos “rápidos para escuchar”, es decir, que perfeccionemos esta área, e incluso que nos agrade. La mayoría de las personas están acostumbradas a hablar o enojarse inmediatamente en un conflicto, pero Él nos pide que tengamos la habilidad de escuchar.
Perfeccionar una habilidad implica sacrificio; por ejemplo, los músicos, pintores y deportistas, deben pasar mucho tiempo de entrenamiento antes de manifestar sus destrezas. Lo mismo sucede con la habilidad de “escuchar”, es preciso realizar sacrificios para perfeccionar esta área, como: ceder, hacer a un lado el orgullo, no permitir que nuestras ideas estén por encima de nuestras relaciones y dar mayor valor a las palabras del otro que a las de uno mismo.
Precipitarse a responder antes de escuchar los hechos es a la vez necio y vergonzoso. Proverbios 18:13 (NTV
Este tiempo te animo a perfeccionar esta habilidad como una más en la lista de virtudes que presentas. No te apresures a responder sin escuchar porque eso solamente te hace necio y trae vergüenza, recuerda que si obedeces la palabra de Dios serás bendecido y no hay nada mejor que agradar a Dios con tu propia vida.
Fuente: Shirley Chambi CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario