miércoles, 9 de noviembre de 2016

¿Listo para reinar?


¿Listo para reinar?

Cuenta una historia que cierta reina madre sometía a su hija a un régimen duro y a reglas de educación muy severas.
Al hablar del caso, una persona expresó la idea de que parecía excesivo el rigor.
       - Usted se olvida que mi hija será reina un día, y si no sabe gobernarse a sí misma, ¿cómo gobernará a sus súbditos? – Dijo la reina.
Muchas veces  la gente nos critica por tratar de buscar agradar a Dios y vivir en santidad e inclusive a nosotros mismo nos cuesta entender la razón  de ciertas circunstancias y en ocasiones  llegamos a creer que pueden ser exagerados los mandamientos que encontramos en la palabra de Dios, pero todo eso tiene un propósito.
“Pues nuestros padres terrenales nos disciplinaron durante algunos años e hicieron lo mejor que pudieron, pero la disciplina de Dios siempre es buena para nosotros, a fin de que participemos de su santidad”. Hebreos 12:10 (NTV)
No se trata de esta vida, nuestra estadía en  la tierra  es transitoria y es sólo un tiempo de preparación para la eternidad.  ¿Cómo se supone que podremos ejercer como reyes sino aquí no nos preparamos?
“…Tú eres digno de tomar el rollo y de romper los sellos y abrirlo. Pues tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Dios de gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación. Y la has transformado  en un reino de sacerdotes para nuestro Dios. Y reinarán sobre la tierra”. Apocalipsis  5:9,10 (NTV)
Cuando nuestra perspectiva acerca de esta vida cambia y vemos todo como una preparación para la eternidad, nuestro enfoque está en lo verdaderamente importante: la eternidad.
No te fijes ni escuches lo que los demás dicen de ti y cuando te sientas desanimado y sin fuerzas recuerda que te estás preparando para ejercer un cargo privilegiado que no cualquiera podrá tener.

Fuente: Ana María Frege Issa CVCLAVOZ

Sin protocolos



Sin protocolos

Es difícil poder tener contacto con alguna personalidad, ya sea un  artista, político, etc. En nuestros días casi siempre se debe pasar por una serie de protocolos y personas antes de poder presentarse ante alguien que ocupa un puesto importante en nuestra sociedad. De la misma manera ocurría  en el tiempo en que Jesús estuvo en la tierra.
En Marcos 5:21 en adelante podemos leer acerca de la vida de Jairo y su hija. Se dice que Jairo era uno de los principales de la Sinagoga, eso quiere decir que era una personalidad importante, que tenía varias personas a su servicio por el grado que ocupaba, si necesitaba algo solamente lo pedía por medio de ellos.
Jairo buscó a Jesús y dejó a un lado la posición que tenía, rompió protocolos para poder presentarse ante el Maestro con un corazón humillado y angustiado por la enfermedad de su hija.
A Cristo no le interesa tu posición ni tus grados, sólo desea que te acercas sin protocolos, sin ceremonias, con un corazón sincero y creyendo que Él es fiel y único.
Al igual que hizo Jairo, nosotros también debemos de romper todo muro, toda barrera que quiera impedir que podamos estar en presencia de nuestro Dios, tenemos que tener presente que nada somos y nada tenemos sin Él.
“Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.” Deuteronomio 4:29 (RVR-1960)
Hoy puedes buscar a Cristo y acercarte a Él, no pongas barreras a tu intención de hablar con Dios, Él quiere que seas tú quien lo busque porque quiere bendecirte. No le interesa tu posición, lo que tengas o hayas logrado, Dios mira el corazón, somos nosotros los que ponemos límites para poder ser humildes y acercarnos.
Fuente: Telma Céspedes CVCLAVOZ

¿Quieres que te perdone multitud de pecados?



¿Quieres que te perdone multitud de pecados?

Como humanos, cada día enfrentamos una constante batalla contra nuestras debilidades; a veces caemos de manera constante y nos preguntamos si Dios podría perdonar tantos errores. La respuesta es ¡Sí!, Él puede perdonarte una multitud de pecados porque te ama, solamente te pide que tu también sepas amar.
La palabra de Dios dice: Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. 1 Pedro 4:8
La ausencia de amor paraliza el perdón porque impide tener compasión por el otro, sólo se observan las debilidades o errores y no las virtudes o fortalezas que  la persona tiene. Aquel que no ama, no podrá perdonar.
Matthew Henry dijo que el ferviente amor es un afecto sincero, fuerte y duradero, que quiere y busca el beneficio de otra persona. Este amor nos lleva a cubrir no sólo las debilidades de otros, sino también sus pecados; nos lleva a cubrir más de dos o tres pecados, una multitud de ellos.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. Mateo 6:14-15
El no perdonar a otros nos separa de Dios. Un requisito para el perdón de nuestros pecados es que perdonemos y solamente podremos hacerlo si tenemos un “ferviente amor” por el otro, así como ese amor que Cristo tiene por nosotros.
La palabra de Dios dice que “el amor verdadero no guarda rencor.” 1 Corintios 13:5 Es por esto que Cristo no guardó rencor cuando fue crucificado injustamente, al contrario, antes de morir dijo: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”
¿Quieres que Dios te perdone? Solamente aprende a amar como Él te ama, “fervientemente”,  perdona, apoya y cuida a las personas que lo necesitan, entonces no solamente te perdonará uno, sino multitud de pecados.

Fuente: Shirley Chambi CVCLAVOZ    

¿Quieres que el Señor te lleve a Su presencia cuando Él vuelva?



¿Quieres que el Señor te lleve a Su presencia cuando Él vuelva?

Enoc vivió trescientos sesenta y cinco años andando en íntima comunión con Dios. Y un día desapareció, porque Dios se lo llevó. Génesis 5:23-24 (NTV)
Enoc es uno de esos personajes bíblicos de quien, aunque vivió 365 años, no se conoce mucho, pero lo poco que la Biblia dice de su vida es que él tuvo una vida digna y agradable delante de Dios. A tal punto que Dios se lo llevó sin que Enoc conociera la muerte física.
¿Qué hermoso verdad? Irse con el Señor y estar al lado de él todos los días de nuestra vida, sin tener necesidad de nada. Pues esa es nuestra esperanza: “Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” Juan 3:16. (NTV)
“Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los que no obedecen al Hijo nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios.” Juan 3:36. (NTV)
“Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.” Romanos 6:23. (NTV)
Una de las características de Enoc, por la cual fue llevado al cielo, era que caminaba en íntima comunión con Dios. Y es que el Señor creó a la humanidad para que ésta tuviera en una relación personal de amor con él. Más que cualquier otra cosa, Dios desea que le amemos con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas.
No estoy aquí para juzgarte ni hacerte sentir mal, pero si no estás manteniendo una relación personal con Jesús, amándolo como Él se merece, ni siendo obediente a lo que el Señor te pide en Su palabra, entonces terminarás mal.
No te puedes pasar la vida diciendo que todo está bien cuando tú sabes que en tu interior las cosas no están tan bien como tú piensas. No podemos engañarnos a nosotros mismos, cada uno sabe cómo esta nuestra relación con Dios y qué cosas están impidiendo que caminemos como Dios quiere que lo hagamos.
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna.” Salmos 139:23-24. (NTV)
Es hora de que te levantes en el nombre del Señor y que comiences a vivir en íntima comunión con Dios. Tus errores no te van alejar de Dios si tu no lo permites, Él siempre está dispuesto a perdonar y levantar a aquellos que se arrepienten.

Fuenye: Diego Jora CVCLAVOZ

No te quedes a mitad del camino



No te quedes a mitad del camino

Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro, alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra. (Números 11:31).
El pueblo de Israel pedía carne, los reclamos y las presiones eran cada vez más fuertes sobre Moisés y él parece contagiarse del sentimiento popular y reclama a Dios: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? (v. 11), y más adelante: “No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía.  Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.” (V. 14, 15).
Atrás habían quedado tantas manifestaciones de Jehová respaldando a Moisés, las plagas enviadas contra Egipto, el milagroso cruce del mar Rojo librándolo del ejército del faraón, la provisión diaria del maná, la nube que los guiaba y la columna de fuego que le daba calor.
Pero el pueblo quería carne, comenzaron las murmuraciones, ¿para que salimos de Egipto si allí estábamos mejor?, añoraban el  pescado, los pepinos, melones, puerros, las cebollas y los ajos que comían en la tierra de esclavitud. Parecían adherir al conocido dicho popular que reza: “Todo tiempo pasado fue mejor”.
Al leer esto, me surge la pregunta: ¿Cómo este pueblo pudo olvidarse tan fácilmente de las maravillas que había hecho Dios con ellos? No cabía duda de su respaldo y su presencia. ¿O como Moisés, siendo quien hablaba cara a cara con Dios, se deprimió de tal manera que le pidió su propia muerte?
Estas actitudes parecen poco razonables, Dios los había sacado de la esclavitud, iban hacia la tierra prometida, pero llegaron al punto de preferir la vida de esclavos en lugar de marchar hacia un futuro de libertad que Dios había preparado para ellos. No parecían dispuestos a soportar la dureza del desierto para finalmente alcanzar la tierra prometida. Si analizamos estas actitudes parecen raras y poco razonables sin embargo, creo que en ocasiones obramos de manera bastante similar.
El maná significaba la diaria provisión de Dios para su pueblo, cada día al levantarse veían este milagro, sin embargo nadie daba gracias por el maná. Ni siquiera Moisés estaba mejor, sino que desbordado por la situación y el reclamo popular, solo veía la muerte como salida.
¡Cuántas veces el desierto se hace tan largo y tan difícil que comenzamos a mirar atrás y con esta actitud dudamos de la fidelidad de Dios para con nosotros y de su propósito para nuestra vida!
Hay veces que el desierto se hace más largo de lo que esperábamos. Cada día se nos presentan desafíos que nos hacen que instintivamente miremos atrás recordando los viejos tiempos. El desierto suele atacarnos con dureza y la bendición de Dios aún se ve como algo lejano. Intentamos avanzar por todos los medios, pero pareciera que nada funciona y siempre estamos en el mismo lugar.
Si el desierto se hace largo y te sientes sin fuerzas, quizás con ganas de abandonar, si parece que no hay salida y no ves un futuro que resulte promisorio, te invito a que mires hacia el cielo y comiences a hacer lo que el pueblo de Israel no hizo y por esto debió soportar la ira de Dios.
Comienza a dar gracias por el maná, esto representa todo lo que Dios hizo en tu vida. Si tienes a Jesús en tu corazón dale gracias por haberte rescatado de la muerte y la esclavitud del pecado. Dale gracias también porque el desierto no es tu residencia, sino un lugar de paso. Recuerda que vas en camino, tomado de su mano a la tierra de bendición. Dios te llamó a libertad, no mires para atrás, deja de lado la queja que solo podrían dejarte a mitad de camino.

Fuente: Daniel Zangaro CVCLAVOZ    

LA HORA DE LAODICEA



"LA HORA DE LAODICEA"

Mientras, los "cristianos" se entretienen concurriendo a los auditorios, para ver actuar a un grupo de músicos, cantantes y bailarines, o asisten a los recitales dejando su dinero, donde actúa una  figura central, el líder carismático, simpático, exitoso, popular, saliendo a escena, para decirles a sus seguidores que serán bendecidos, prosperados, que conquistarán sus sueños, ellos y sus descendientes, que no hay de que preocuparse, que lo que Dios quiere, es multiplicarlos, y ayudarlos a ser conquistadores del éxito, miles de hijos de Dios son perseguidos por su fe, torturados, amenazados y aún muertos en algunas partes del mundo.
Africa, Corea, Siria, Turquía, Afganistán, China, etc. cualquiera puede acceder a datos y estadísticas, fotos y vídeos, que de subirlos, lastimaríamos la sensibilidad de los creyentes occidentales, y nos acusarían de morbosos.
Sumemos a esto, la pérdidas de valores y principios cristianos en nuestras sociedades, la promulgación de leyes que defienden la promiscuidad y atentan abiertamente con el diseño del Creador acerca de la familia, la juventud, la niñez, la sexualidad, la procreación, la educación de nuestros hijos, la desigualdades sociales, la marginalidad de los más pobres, etc.

Los juicios de Dios por la maldad y el pecado, actúa de dos formas contrapuestas, como "León que asalta su presa" o como "polilla que carcome", en algunas partes del mundo, como Siria, fue un león cayendo sobre esa nación, desvastándolo todo, con la muerte y el exilio de millones, y la persecución de los cristianos; en occidente, la polilla carcomiendo lenta y progresivamente, los mismos cimientos morales de valores cristianos.

"Yo pues seré como polilla a Efraín, y como carcoma...Porque yo seré como León a Efraín, y como cachorro de león a la casa de Judá; yo, yo arrebataré, y me iré, tomaré y no habrá quien liberte"  (Oseas 5:12 y 14)

Leyes como el casamiento igualitario, el cambio de género y de identidad, las cirugías para cambio de sexo, la fecundación in vitro, el alquiler de vientres, la interrupción del embarazo a voluntad, la libre comercialización de sustancias tóxicas, el libre consumo y tenencia de las drogas, la legalización, cultivo y comercio de la marihuana, la coca y sus derivados, la eutanasia o la llamada "muerte digna", la modificaciones corporales por vanidad, la violencia admitida como un fenómeno social, la implementación de chips identificatorios en las personas, etc.
Nunca antes en la historia de la Iglesia se ha enfrentado una hora más difícil, la maldad corrompe las leyes, la justicia, los gobiernos y las sociedades, y en contraste una Iglesia materialista y mundanalizada, ineficaz y apóstata, como Laodicea:

"Por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tu dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; Y no sabes que tu eres un DESVENTURADO, MISERABLE, POBRE, CIEGO y DESNUDO" (Apocalipsis 3:14-18)

En cada plataforma y en cada púlpito debiera escucharse una voz de denuncia, de llamado al arrepentimiento, la voz de los atalayas alertando, anunciando los juicios de Dios que comenzaran a caer sobre los hombres, llamando al arrepentimiento y a volverse a Dios, millones mueren y morirán, millones serán condenados por la eternidad, el hombre moderno no necesita ser exitoso ni cumplir sus sueños, necesita desesperadamente volverse a Dios.
¿Acaso no fue el mismo Jesús quien enseñó, que era mejor quitarnos una mano o un ojo si nos era ocasión de caer, y entrar a la salvación con un solo ojo o una sola mano, que con ambos, ser condenado?
¿De que te servirá la cuenta bancaria, el éxito y TODAS las bendiciones materiales, si al final te pierdes?
Si donde congregas, el mensaje no es escritural y no te confronta con el pecado, si ignora la realidad de nuestro mundo y los tiempos finales que estamos viviendo, si no te anuncia que debes prepararte porque Cristo viene pronto, sino hablan de los juicios inminentes de Dios, sino te conducen al arrepentimiento y a la santidad... ¡Sal de allí corriendo! ...¡Escapa por tu alma!

Fuente: Pastor Sergio Gebel