martes, 29 de noviembre de 2016

"PACTOS DE DINERO, PAGO DE ENTRADAS, CACHET"




"PACTOS DE DINERO, PAGO DE ENTRADAS, CACHET"
La comercialización de la fe

Cachet: en las jergas Argentinas significa: la cotización de un artista en el mercado. (la tarifa que cobra)

Muchos han transformado el evangelio en empresas multinacionales, vendiendo, cobrando, armando todo un merchandising del ministerio, para incrementar la rentabilidad, banderines, llaveros, prendedores, gorritos, lapiceras, stickerts, calcos, remeras, cuadros, adornos, etc. etc.
También los llamados "pactos" de dinero, en los que se incentiva a colocar dentro de un sobre, cierta cantidad, para obtener algún tipo de bendición especial.
 Además nunca podemos nosotros los seres humanos "pactar" con Dios, y menos con dinero, pacto significa: un contrato, concierto  o convenio entre partes para OBLIGARSE mutuamente.
Alguien que conoce a Dios, ¿puede creer remotamente que algún ser humano, la criatura, puede "obligar" al Creador a algo? es delirante pensar así.
Ofendemos a Dios cuando pretendemos con dinero "comprar" algún favor.
Lo que el hombre puede hacer es un propósito, o un voto con Dios, una promesa de ayudar en la obra, ayudar algún obrero de Dios, puede donar o cooperar en algún ministerio, conforme sienta de hacerlo, de voluntad, por gratitud, aún el diezmo no puede ser obligado, debe ser un propósito.
"Comprar" una bendición a través de un "pacto"; pacto que hace el hombre, (una sola parte, con quien no necesita y es dueño de todo) no tienen respaldo bíblico, por el contrario, contradice ciertos principios cristianos, como:

"Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos" (Hageo 2:8)

Dios no necesita de nuestro dinero, nosotros necesitamos de el, cuando ofrendamos lo hacemos porque nosotros necesitamos, no Dios.

"Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata" (1 Pedro 1:18)

Nunca pretendas "comprar" nada de Dios, con algo tan corruptible como el dinero, lo de Dios, comenzando por la salvación y el perdón de nuestros pecados, se obtienen por gracia, y gracia significa: "favor inmerecido". (de gratis) Recibimos de gracia y debemos darlo de gracia.

"Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia: No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos..." (Mateo 10:7-9)

Hay un precedente en la historia de la Iglesia del primer siglo:

Un hombre que se había convertido y bautizado escuchando la predicación del evangelista Felipe, observó la operación de un don:

"Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los Apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mi ese poder, para que cualquiera a quien yo le impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, SI QUIZÁS te sea perdonado el pensamiento de tu corazón" ( Hechos 8:17-22)

Aquí se ve la posición de Dios en este tema, por la respuesta de Pedro, no se pueden "comprar" las bendiciones, ni los favores, ni los dones de Dios, no podemos pagar por predicación o por alabanzas, tampoco por las enseñanzas bíblicas.
Pablo tenía muy en claro, el por que predicaba y enseñaba:

"Pues si anuncio el evangelio, no tengo porque gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mi si no anunciare el evangelio!" ( 1 Corintios 9:16)

No estoy aparte de que la Iglesia necesita del dinero, los siervos de Dios viajan, se hospedan, se visten, comen, tienen familia, las congregaciones pagan rentas, servicios, radios, infraestructuras, etc. un evento importante requiere de mucho dinero.
Los recursos, deben obtenerse en el diseño de Dios, como enseña la Escritura, los cristianos son bendecidos y AGRADECIDOS, así aprenden a dar, se les enseña a dar, a ser generosos, y hacerlo voluntariamente, sus ofrendas, las primicias y sus diezmos, no hay necesidad de transformar el templo en un mercado.
No hace falta vender nada dentro de la Casa del Señor, ni hacer rifas, ni bingos, ni concursos, ferias o desfiles, ni los llamados "pactos", ni vender entradas o tickets, ni establecer una tarifa para predicar o cantar.
Si alguien quiere hacer su negocio, y este negocio es honesto, hágalo fuera de las cosas de Dios, no usen las cosas de Dios para mercadeo.
Parece que nos olvidamos que la única vez que Jesús enfureció, fue cuando se encontró con los mercaderes dentro del templo, que vendían y compraban, tiró las mesas y las sillas y los echó con un azote de cuerdas (Mateo 21:12-13) y tampoco debemos olvidar que ese templo sería destruido, no quedaría piedra sobre piedra, (el mismo lo profetizó) ¿porque tanto celo entonces? por lo que representaba y por lo que se hacía en un lugar que tenía un propósito más elevado "casa de oración".

Fuente: Pastor Sergio Gebel

"ROPAS, VESTIDOS, ATAVÍOS" ¿Hay un porte para el cristiano?


"ROPAS, VESTIDOS, ATAVÍOS"
¿Hay un porte para el cristiano?

La Biblia utiliza esta palabra (desconocida para muchos) 
"Porte"

"Las ancianas ( cristianas maduras, antiguas) sean reverentes en su porte..." (R.V.versión 1960)
"Las viejas, asimismo se distingan en un porte santo..." (R.V. versión 1959) (Tito 2:3)

Porte: significa buena o mala disposición o aspecto de una persona, mayor o menor decencia con que se trata.

Estamos en un tiempo dentro de las Iglesias Cristianas, donde no se le da ninguna importancia sobre las enseñanzas que se refieren al aspecto exterior, a las vestimentas, el cabello, el arreglo, el maquillaje, etc. descontextualizando el concepto de que a Dios solo le interesa el corazón, (lo que es una media verdad, y las medias verdades no son toda la verdad) 
Muchísimos pasajes nos indican con claridad, que hasta la muerte, donde nos desprenderemos del cuerpo somos seres tripartitos, e indivisibles: espíritu, alma y cuerpo, en la conversión somos transformados en manera integral, por dentro y por fuera, no hay una conversión interna u otra externa:

"Y el mismo Dios de paz os santifique POR COMPLETO; Y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo" (1 Tesalonicenses 5:23)

Si cuidas solo el interior y descuidas lo externo, habrá una parte de ti, que no será irreprensible cuando Cristo venga, "espíritu, alma y cuerpo"
Al decir que Dios no mira el exterior, es una afirmación ignorante, Pablo enseñaba que el cuerpo del cristiano, es templo del Espíritu Santo, (no el corazón) 

"¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad , pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu (por fuera y por dentro) , los cuales son de Dios." (1 Corintios 6:19-20)

Hay claras enseñanzas apostólicas, para la Iglesia, (que se pretenden obviar) sobre las vestimentas, o atavíos, que deben siempre destacar ese "porte santo" o como dice la otra versión: "un porte reverente", no provocativo, honesto, con pudor, con decencia.

"Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos (encrespamiento de cabellos, versión 1959) de adornos de oro (zarcillos, pulseras, anillos, cadenas) o vestidos lujosos ( composturas de ropas) sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible..." (1 Pedro 3:3-4)

"Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa (hábito honesto), con pudor (con vergüenza)  y modestia; no con peinados ostentosos (cabellos encrespados) , ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos" (1 Timoteo 2:9)

La Biblia habla de nuestras vestimentas, adornos, y nuestros cabellos.
Además de estas y otras enseñanzas apostólicas, desde el Génesis encontramos a Dios diseñando las primeras prendas para Adán y Eva, y cubriendo su desnudez, también diseña las ropas sacerdotales, desde los colores hasta los adornos, da especificaciones bien claras sobre el atuendo de los Levitas para ministrar en el santuario, los porteros, los músicos, todos los que estuviesen involucrados con el oficio sagrado, debían vestir de una manera especial.
Dios hasta diseña la ropa interior de los sacerdotes, "paños de lino para sudar", (una especie de chiripa) esto era para que cuando el sacerdote subiese las gradas del templo, no se descubriera su carne desnuda.
"Un porte santo" significa un aspecto diferente a las tendencias de las modas, santo quiere decir: "apartado o separado para Dios", puesto aparte, se debe mostrar una diferencia, honrar a Dios, honrando tu cuerpo, que por otra parte, las personas creyentes o no, no ven mi corazón, ven mi cuerpo, el mundo entero ve nuestro cuerpo.
La congregación no puede ver "el corazón" de la jovencita que luce una falda trasparente, corta, ceñida, ajustada, o unos pantalones que marcan sus formas, o un escote provocativo, todos vemos su cuerpo, y esto no habla de santidad indudablemente.
Cualquier empresa importante, para calificar en un empleo debes tener "buena presencia", (es uno de los requisitos) un empleado público, un funcionario, debe ajustarse a un protocolo, hasta un reo para comparecer ante los jueces y tribunales se ajusta a una imagen de seriedad... no puedes aspirar a un cargo importante sino te quitas las zapatillas, la remera y el gorrito.
Nunca te designarán para tratar con los clientes si no dejas la bermudas para las vacaciones.
Y creo que está demás aclarar, que estas enseñanzas no son para los que asisten a una reunión, (aquellos que queremos ganar para Cristo, estos que vengan como quieran, pero que vengan), las enseñanzas son para los cristianos, miembros de la Iglesia, mayormente el liderazgo.
Vestirnos honestamente, sin ostentaciones, ni "adornos", no significa  lo que se da en muchas congregaciones, donde hay hasta una "competencia" de modas, como una pasarela, donde en cada reunión, se muestran los maquillajes, peinados, calzados, brillos, joyas, vestidos, pantalones ajustados o transparentes, escotes o blusas provocativas, en las mujeres, o por otro lado los jóvenes en zapatillas, remeras, bermudas, como si asistieran a un recital o un baile.
El mismo liderazgo perdió esa "compostura" que pedían los apóstoles a la primera Iglesia, parecen más actores de Hollywood que representantes de Cristo.
Y no estoy haciendo una apología del abandono, se puede vestir en forma moderna y a la época, sin perder la vergüenza (el pudor). honestamente honrando a Dios y lo que representamos...
Y por último, no solo hay una conducta en nuestro vestir, cuando venimos a la Iglesia, sino todo el tiempo, en casa, en el trabajo, en la escuela, en vacaciones, en la calle, somos hijos de Dios las 24 horas, no solo los domingos.

Fuente: Pastor Sergio Gebel

¿Quién es digno?


¿Quién es digno?
 
Se sabe que ante la presencia de un rey o alguna autoridad no puede presentarse cualquier persona, es decir que no hay acceso libre ante su presencia, a no ser que haya sido llamado o haya solicitado una audiencia con dicha autoridad.
Salmos 24:3 dice: “¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en su lugar santo?” (NTV), es cierto que Dios es misericordioso y que por el sacrificio de su Hijo en la cruz tenemos acceso libre ante su presencia, pero Dios es un ser divino y por amor y respeto debemos procurar presentarnos limpios ante su presencia; quizás ahora te estés preguntando ¿Qué necesito para ser digno? o ¿Qué necesito para estar delante de Dios?
“Solo los de manos limpias y corazón puro, que no rinden culto a ídolos y nunca dicen mentiras”Salmos 24:4 (NTV), estás palabras nos muestran lo que cada hijo de Dios debe considerar para estar ante la presencia de su Padre.
       - Manos limpias.- Procurar que nuestras acciones no dañen a Dios, a uno mismo y a los demás, cuidar lo que el cuerpo hace.
       - Corazón puro.- Cuidemos que nuestro corazón retenga lo bueno, lo justo y honorable y no haya nada que sea motivo para acusarnos.
     - No rendir culto a los ídolos.- Dios es soberano y recibe a aquel que le ha dado el lugar que le corresponde en su vida y corazón; si hay algo que ha ocupado el lugar de Dios, sácalo.
       - Nunca dicen mentiras.- Nuestras palabras deben ser verdaderas y confiables, no consintamos la mentira aunque con ella tratemos de evitar algún daño, recuerda Dios demanda honestidad y veracidad.
Quizás analizando tus acciones y pensamientos llegaste a la conclusión de que no eres digno de Dios cuán lamentable es reconocer la condición pecadora del hombre, pero recuerda esta palabra y su significado: “PERDON”. Dios puede perdonarte y limpiarte del pecado que te hace indigno y tu presencia ante Él será como un perfume inigualable y agradable.
Fuente: Judith Quisbert CVCLAVOZ