miércoles, 9 de noviembre de 2016

LA HORA DE LAODICEA



"LA HORA DE LAODICEA"

Mientras, los "cristianos" se entretienen concurriendo a los auditorios, para ver actuar a un grupo de músicos, cantantes y bailarines, o asisten a los recitales dejando su dinero, donde actúa una  figura central, el líder carismático, simpático, exitoso, popular, saliendo a escena, para decirles a sus seguidores que serán bendecidos, prosperados, que conquistarán sus sueños, ellos y sus descendientes, que no hay de que preocuparse, que lo que Dios quiere, es multiplicarlos, y ayudarlos a ser conquistadores del éxito, miles de hijos de Dios son perseguidos por su fe, torturados, amenazados y aún muertos en algunas partes del mundo.
Africa, Corea, Siria, Turquía, Afganistán, China, etc. cualquiera puede acceder a datos y estadísticas, fotos y vídeos, que de subirlos, lastimaríamos la sensibilidad de los creyentes occidentales, y nos acusarían de morbosos.
Sumemos a esto, la pérdidas de valores y principios cristianos en nuestras sociedades, la promulgación de leyes que defienden la promiscuidad y atentan abiertamente con el diseño del Creador acerca de la familia, la juventud, la niñez, la sexualidad, la procreación, la educación de nuestros hijos, la desigualdades sociales, la marginalidad de los más pobres, etc.

Los juicios de Dios por la maldad y el pecado, actúa de dos formas contrapuestas, como "León que asalta su presa" o como "polilla que carcome", en algunas partes del mundo, como Siria, fue un león cayendo sobre esa nación, desvastándolo todo, con la muerte y el exilio de millones, y la persecución de los cristianos; en occidente, la polilla carcomiendo lenta y progresivamente, los mismos cimientos morales de valores cristianos.

"Yo pues seré como polilla a Efraín, y como carcoma...Porque yo seré como León a Efraín, y como cachorro de león a la casa de Judá; yo, yo arrebataré, y me iré, tomaré y no habrá quien liberte"  (Oseas 5:12 y 14)

Leyes como el casamiento igualitario, el cambio de género y de identidad, las cirugías para cambio de sexo, la fecundación in vitro, el alquiler de vientres, la interrupción del embarazo a voluntad, la libre comercialización de sustancias tóxicas, el libre consumo y tenencia de las drogas, la legalización, cultivo y comercio de la marihuana, la coca y sus derivados, la eutanasia o la llamada "muerte digna", la modificaciones corporales por vanidad, la violencia admitida como un fenómeno social, la implementación de chips identificatorios en las personas, etc.
Nunca antes en la historia de la Iglesia se ha enfrentado una hora más difícil, la maldad corrompe las leyes, la justicia, los gobiernos y las sociedades, y en contraste una Iglesia materialista y mundanalizada, ineficaz y apóstata, como Laodicea:

"Por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tu dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; Y no sabes que tu eres un DESVENTURADO, MISERABLE, POBRE, CIEGO y DESNUDO" (Apocalipsis 3:14-18)

En cada plataforma y en cada púlpito debiera escucharse una voz de denuncia, de llamado al arrepentimiento, la voz de los atalayas alertando, anunciando los juicios de Dios que comenzaran a caer sobre los hombres, llamando al arrepentimiento y a volverse a Dios, millones mueren y morirán, millones serán condenados por la eternidad, el hombre moderno no necesita ser exitoso ni cumplir sus sueños, necesita desesperadamente volverse a Dios.
¿Acaso no fue el mismo Jesús quien enseñó, que era mejor quitarnos una mano o un ojo si nos era ocasión de caer, y entrar a la salvación con un solo ojo o una sola mano, que con ambos, ser condenado?
¿De que te servirá la cuenta bancaria, el éxito y TODAS las bendiciones materiales, si al final te pierdes?
Si donde congregas, el mensaje no es escritural y no te confronta con el pecado, si ignora la realidad de nuestro mundo y los tiempos finales que estamos viviendo, si no te anuncia que debes prepararte porque Cristo viene pronto, sino hablan de los juicios inminentes de Dios, sino te conducen al arrepentimiento y a la santidad... ¡Sal de allí corriendo! ...¡Escapa por tu alma!

Fuente: Pastor Sergio Gebel

No hay comentarios:

Publicar un comentario