"¿EN EL MUNDO O MUNDANOS?"
La luz del mundo, y la sal de la tierra, dos figuras de la Iglesia o mejor dicho de los cristianos, que no terminamos de entender; en el mismo texto, Jesús explicó que el candelero no se coloca debajo de la cama, sino sobre la mesa para que ilumine a todos los que están en la casa (Mateo 5:14-16)
Tanto la luz como la sal, deben ser aplicadas, la sal no tiene ninguna utilidad sino se aplica en la comida, el candelero debajo de la cama tampoco sirve.
En los peligrosos extremos de toda enseñanza, esta especialmente se ha prestado a grandes abusos; por una parte están aquellos, que se aíslan del mundo y de los pecadores, para no contaminarse, evitan relacionarse, se encierran en sus "islas", se encierran en sus templos bonitos, invierten en crear colegios, y universidades cristianas, en donde enviar a sus hijos (aunque tengan que pagar altos aranceles) son también los que ponen en marcha empresas, comercios y emprendimientos cristianos, para trabajar como empleados o empleadores de creyentes.
Algo que le quita todo sentido a la función de la Iglesia, revelada en las metáforas utilizadas por el Señor; el oró específicamente antes de su partida por los suyos, y le pidió al Padre, que no nos quitara del mundo, estamos, y debemos estar en el mundo, solo debemos guardarnos del mal.
Los cristianos tenemos que trabajar en empresas mundanas, nuestros hijos deben concurrir a escuelas y universidades no cristianas, solo así la luz estará sobre la mesa, y la sal será aplicada para dar sabor y preservar, no podemos aislarnos, pero tampoco mezclarnos.
Por otra parte, encontramos a los creyentes mundanos que se mezclan de tal forma, que tampoco alumbran o salan, no les predican, no les redarguyen de pecado, sus amigos nunca se convierten, ellos terminan siendo sal sin sabor y candelero bajo de la cama, sus argumentos son: Jesús comía con pecadores, era amigo de los pecadores y los ladrones, solo olvidan que donde iba Jesús esos pecadores se convertían y los ladrones dejaban de robar.
Cuando la sal pierde su sabor, se desvanece, no sirve más para nada, se le descarta y es hollada (Lucas 14:34-35)
Orar a Dios para que el Señor nos de oportunidad de estar delante de los gobernantes, de los grandes, o que nos de recursos,nos entregue los medios, ¿pero para que? ¿para predicarles, amonestarles que dejen de hacer lo malo y se vuelvan a Dios?
o para compartir, como aquel Rey de Judá, llamado Josaphat:
"Pasadas estas cosas Josaphat rey de Judá trabó amistad con Ochozías rey de Israel, el cual fue dado a la impiedad"
(2 Crónicas 20:35)
Esta amistad no era para reconvenirle y hacerle volver de sus malos caminos, no era tampoco para predicarle, llevarle a Dios, terminaron haciendo negocios juntos, se asociaron en una empresa de navíos comerciales.
"E hizo con el compañía (sociedad) para aparejar navíos que fuesen a Tharsis; y construyeron los navíos en Ensiongeber"
(verso 36)
"Entonces Eliezer hijo de Dodava de Mareosah, profetizó contra Josaphat, diciendo: Por cuanto has hecho compañía con Ochozías, Jehová destruirá tus obras. Y los navíos se rompieron, y no pudieron ir a Tharsis." (verso 37)
La amistad con el mundo es enemistad con Dios. (Santiago 4:4)
Estamos en el mundo, nos relacionamos con un solo propósito, ganarles.
Para comprender un poco más como Dios considera al creyente que no alumbra, que no sala, miremos lo que Dios le dice al rey Josaphat:
"Y salió al encuentro Jehú el vidente (profeta) hijo de Hanani, y dijo al rey Josaphat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues la ira de la presencia de Jehová será sobre ti por ello" (2 Crónicas 19:2)
Esto es fácil de discernir en los hombres y mujeres de Dios, si funcionan como "luz y como sal", donde se acerquen a alguien, sea político, gobernante, ladrón, borracho, idólatra, adultero, prostituta, o lo que sea, habrá un cambio en esas personas, sucederán dos cosas, o viene a Dios o termina la relación.
Si no se convierten y siguen siendo amigos, la sal perdió su sabor, y la luz está apagada, le sucederá como a Josaphat.
Fuente: Pastor Sergio Gebel
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